

Fabricado por el constructor americano Revenge, la estética del Verde se inspira en el clásico Ford GT y el coche está concebido para montar distintas motorizaciones. De todas las posibilidades la que llama más la atención es la del motor híbrido con pulso electromagnético y etanol.


El Verde Supercar se puede convertir en un híbrido muy especial, un híbrido que funcionaría con etanol y que gracias a la tecnología HP2g, nos permite disponer de un poderoso motor de 8 cilindros dispuestos en V, capaz de entregar hasta 400 CV de potencia, con un gasto de etanol de 2,14 litros por cada 100 kilómetros recorridos. Esta tecnología posibilita el funcionamiento selectivo del motor según las necesidades, es decir, a máxima potencia funcionarán los 8 cilindros, cuando circulemos de forma más relajada el motor puede llegar a funcionar con tan sólo uno de sus cilindros.
El motor eléctrico no actúa de forma continua, sólo cuando el motor principal requiere esa energía extra, de ahí lo de pulso electromagnético. Cuando el Revenge Verde frene o cuando no pisemos el acelerador, el coche no consume ni etanol, ni electricidad. Al contrario, su sistema regenerativo se encargará de aprovechar la energía liberada en las frenadas para cargar las baterías.
Revenge quiere comenzar la producción de este sofisticado deportivo este mismo año y el precio de venta inicial rondará los 200.000 dólares.
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