

¿Cuáles son los malos hábitos de un conductor?
Las manías en el momento de conducir pueden llegar a ser muy negativas y comprometer la seguridad del conductor, de los pasajeros o el buen estado del motor del vehículo.
No usar el cinturón de seguridad
Aunque pueda parecer absurdo uno de los malos hábitos al volante más comunes es el de no usar el cinturón de seguridad. Más allá del miedo a sufrir una posible multa o a las supuestas molestias que nos puede ocasionar. No ponerse el cinturón puede ser cuestión de vida o muerte, y no lo decimos en broma…
No usar adecuadamente las luces del vehículo
Algunos conductores utilizan los faros antiniebla o las luces de largo alcance, aún cuando las condiciones climatológicas no sean adversas o se vea perfectamente en la carretera. El uso de este tipo de luces, puede ser perjudicial, puesto que existe la posibilidad de deslumbrar a otros conductores.
No hacer bien los cruces
El tercer mal hábito de un conductor que te mencionaremos hoy está relacionado con los semáforos. No se pueden saltar bajo ningún concepto (tampoco en amarillo fijo) porque podemos provocar un accidente de consecuencias imprevisibles. También debemos respetar la prioridad de paso en las intersecciones, recordemos que la tienen siempre los vehículos que circulan a nuestra derecha. Asimismo, cumplir a rajatabla las normas de circulación nos puede ahorrar más de un disgusto, aunque muchos conductores tengan el mal hábito al volante de no hacerlo.
No utilizar los intermitentes adecuadamente
No debemos olvidarnos tampoco de avisar a los otros vehículos cuando vayamos a realizar un cambio de dirección. Algunos conductores parece que no saben
Tener distracciones mientras se conduce
Aunque parezca una obviedad debemos abandonar cualquier costumbre que tengamos, que nos impida prestar la debida atención a la carretera. No se puede hablar por el móvil, comer ni realizar otras actividades similares que pueden distraer nuestra atención.
Llevar una relación de marchas inadecuada
No utilizar la marcha adecuada para cada momento puede llegar a dañar seriamente nuestro vehículo ya que lo estaremos forzando el motor.
Llevar la mano apoyada en la palanca de cambios
Esta es una costumbre muy extendida entre muchos conductores que no son conscientes del daño mecánico que puede producir. llevar la mano apoyada en la palanca produce desgastes en los distintos elementos del mecanismo de cambio que pueden resultar en una avería nada barata.
Tener la marcha metida mientras se espera
Es muy común que mientras se espera en un semáforo se tenga metida la marcha y el pedal del embrague pisado. Esto es un error pues provocará un desgaste prematuro del embrague. Mejor esperar en punto muerto. Y lo mismo pasa si se circula con el pie izquierdo apoyado en el embrague, solo estaremos causando desgastes innecesarios.
No utilizar el volante adecuadamente
Otro tipo de mala costumbre al conducir puede ser no agarrar correctamente el volante, y dar volantazos. El volante hay que moverlo con suavidad. En los aparcamientos hay que evitar lelvar el volante hasta un extremo y el otro de forma repetida, si lo hacemos estaremos sometiendo a la dirección asistida a un estrés innecesario.
Conducir a una velocidad inadecuada
Conviene recordar que siempre debemos llevar la velocidad adecuada el estado de la vía por la que circulemos en ese momento, evitando tanto ir por encima de la misma (con riesgo cierto de tener un accidente) como por debajo, pudiendo causar retenciones y en el peor de los casos un choque por alcance. Todo ello con el régimen de revoluciones adecuado. Circular muy lento con marchas largas metidas puede hacer que se acumule suciedad en el sistema y que nos lleve a una avería muy seria.
Llevar los neumáticos con una presión inadecuada
Debemos llevar los neumáticos siempre con la presión indicada por el fabricante. Una presión baja hará que los neumáticos se desgasten más y además consumiremos una mayor cantidad de combustible. Por el contrario si la presión es demasiado alta tendremos menos superficie de contacto con el asfalto y aumentaremos el riesgo de sufrir un accidente.
No hacer un mantenimiento adecuado
No hacer revisiones periódicas y no cuidar el estado de algunos componentes del vehículo como los neumáticos o la batería, hará que pasemos por alto determinadas operaciones imprescindibles para el funcionamiento de nuestro vehículo así como arriesgarnos a tener una avería que puede ser fácilmente previsible (y evitable) Estos son algunos de los principales malos hábitos al volante de los conductores ¿cuál añadiríais vosotros a esta lista? Dejádnoslos en los comentarios.