

Recién llegado el RCZ, la marca francesa aprovecha su motor 1.6 THP para montarlo en el 308 GTI. Este propulsor de inyección directa de combustible, baja cilindrada y turbocompresor, consigue una excelente respuesta a bajas revoluciones lo que ayuda a contener los consumos. El más racing de los 308 puede presumir de gastar menos de siete litros cada cien kilómetros. El par máximo de 275 Nm es entregado a partir de las 1.700 revoluciones y se mantiene hasta las 4.500.
Con este conjunto el Peugeot 308 GTI consigue unas prestaciones muy interesantes, como su capacidad de aceleración, pasa de parado a 100 Km. /h en 7,7 segundos. En cuanto a sus emisiones de CO2 por kilómetro recorrido, estas se sitúan en 159 gramos.
De su aspecto externo destacamos que la carrocería de cinco puertas cuenta con unos paragolpes específicos, un alerón posterior que le ayuda a mantenerse pegado al suelo a altas velocidades, en su zaga aparece visible una doble salida de escape cromada y los logos GTI se pueden apreciar a ambos lados de la carrocería. En el interior también se respira un aire muy deportivo, con un volante rematado en cuero negro y acabados en aluminio.
Los ingenieros de Peugeot han retocado las suspensiones para hacerlas más duras y han potenciado los frenos. Las llantas de aleación tienen un diámetro de 18 pulgadas y sobre ellas descansan unos neumáticos de 225/40. El control de estabilidad (desconectable para una conducción más agresiva) y el de tracción vienen instalados de serie.
La marca francesa desarrolló en los años 80 y 90 varias versiones GTI de sus modelos más conocidos como el 205, 206, 207, 306, 307, 405 y 406. Estos modelos equipados con motores de inyección resultaron ser del agrado del gran público y tuvieron una gran aceptación. Ahora con el 308, Peugeot pretende volver a impulsar este tipo de vehículos deportivos basados en un compacto de calle.
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